Gabo y un nuevo espacio
Convierten en un espacio literario la casa en México donde García Márquez escribió “Cien años de soledad”
El colombiano la había alquilado entre 1965 y 1967. Ahora la hija del dueño de la propiedad la cedió a la Fundación para las Letras Mexicanas.
La casa donde el premio Nobel de literatura colombiano Gabriel García Márquez escribió «Cien años de soledad», su máxima obra, al sur de la capital, será convertida en un espacio para promover la literatura después de ser donada por su propietaria.
En la vivienda, alquilada por «Gabo» entre 1965 y 1967 apenas desembarcó en México en busca de convertirse en escritor, la familia del colombiano pasó muchas premuras económicas y tuvo que vivir literalmente «de prestado».
La Fundación para las Letras Mexicanas (FLM) recibió la donación de la casa de parte de Laura Coudurier, hija del arrendador, para convertirla en un lugar donde se promoverá la literatura, según anunció el presidente del organismo privado, Miguel Limón, ex ministro de Educación Pública.
El padre de Laura, Luis Coudurier, que era entonces funcionario del gobierno de la capital, llamó en una ocasión a Mercedes Barcha, esposa del autor de «El amor en los tiempos del cólera» para solicitarle el pago de las rentas atrasadas por el alquiler de la casa.
Mercedes le informó que no contaba con dinero para liquidar el adeudo, porque su marido estaba escribiendo una nueva novela, pero que estaba dispuesta a pagarle todo e inclusive a firmarle cualquier documento a fin de garantizar el pago, apenas terminara García Márquez su obra.
Cuando el casero le preguntó cuánto tiempo le llevaría concluirla, Mercedes le respondió que nueve meses. «Con su palabra me basta», respondió Coudurier, al rechazar cualquier garantía para cubrir este compromiso.
La vivienda está ubicada en el típico barrio de Lomas de San Angel Inn, cerca de donde posteriormente pasó gran parte de su vida García Márquez.
Cuenta con 260 metros cuadrados, tres habitaciones, dos «living room», una cocina y dos baños y medio, así como el estudio en el cual se pergeñó la obra más célebre del autor nacido en Aracataca.
«La construcción de la casa se conserva con las mismas características que tenía cuando García Márquez y su familia la habitaron» y se mantiene en buenas condiciones pues ha estado sometida a constante mantenimiento.
Las actividades de la ahora denominada «Casa-Estudio Gabriel García Márquez» serán coordinadas por Geney Beltrán, editor, traductor y crítico literario, con apoyo del escritor Juan Villoro.
El manuscrito de «Cien años de soledad».
Ubicada en la calle de La Loma, en San Angel Inn, ahora un barrio elegante y muy cotizado, pero en los años 60 un lugar de clase media, la casa se sitúa muy cerca de donde se ubican los estudios en los que se realizan las grandes telenovelas del gigante de la comunicación Televisa San Angel.
A más de medio siglo de la publicación de la novela que catapultó a la cima de la literatura mundial al hasta entonces desconocido periodista colombiano, será «un espacio de impulso a la creación, un lugar de encuentro para la reflexión y el diálogo sobre temas relevantes de la literatura universal», según la FLM.
En 1965, luego de renunciar a todas sus tareas como editor y redactor publicitario, García Márquez decidió dedicarse de tiempo completo en esta casa, durante 18 meses, entre 1965 y 1966, a la escritura de «Cien años de soledad».
Según sus biógrafos, la idea de escribir una novela de gran formato le había rondado mucho tiempo en la cabeza a Gabo pero no había hallado la idea sobre cómo articularla.
De acuerdo con el propio García Márquez, la novela traducida a casi 50 idiomas y cuya primera edición salió a la venta el 30 de mayo de 1967 en Buenos Aires, era una historia que quería plasmar sobre papel desde que era muy joven.
«Un día, yendo para Acapulco con Mercedes y los niños, tuve la revelación: debía contar la historia como mi abuela me contaba las suyas», recordó en el artículo «La novela detrás de la novela», publicado en la revista colombiana Cambio en 2002.
«De pronto, a principios de 1965, iba con Mercedes y mis dos hijos para un fin de semana en Acapulco, cuando me sentí fulminado por un cataclismo del alma tan intenso y desgarrador que apenas si logré eludir una vaca que se atravesó en la carretera», señaló.
Fue luego de ese viaje cuando decidió acometer su pieza literaria más celebrada, publicada originalmente por Editorial Sudamericana.